lunes, 16 de mayo de 2011


5ª ruta: LA CERRADA DEL PINTOR

   Ayer, domingo 15 de mayo de 2011 día de s. Isidro, visité con mi amigo y experto senderista Pepe Tenorio la Cerrada del Pintor. Tuvimos la inmensa suerte de encontrar el Arroyo de los Tornillos de Gualay con el agua justa para poder entrar a pie en la Cerrada. En esta época es normal, y más cuando llevan caídos 2.000 l/m2 en la sierra, que lleve bastante caudal y tengas que subir por el sendero y verla desde arriba.
   Dejamos el coche en la Nava del Espino a las 9´30 horas y comenzamos la marcha. En el extremo opuesto de Los Poyos de la Mesa tomamos el camino de la izquierda que baja a Praera Marchante y al Arroyo de los Tornillos de Gualay.
Dejamos el coche en la Nava del Espino y descendimos desde los Poyos de la Mesa
Al fondo vemos el Picón de los Buitres
Casi al final del camino hay un nacimiento de agua donde nos refrescamos
Canchal o cascajal

 Al llegar a Praera Marchante decidimos seguir
 el curso del río para luego volver a la Cerrada

Una vez abajo, decidimos seguir el curso descendiente del arroyo hasta llegar a las proximidades de La Caldera. Todo el paraje es agreste con vegetación variada y llena de colorido . En la parte final nos encontramos pequeñas cascadas y sus correspondientes pozas que invitaban, si estuviéramos más próximos al verano, a darnos un remojón.
Una peonía en plena floración

En la ribera del arroyo de los Tornillos de Gualay la
vegetación es variada y exuberante. Un ejemplo son los helechos
La existencia de endemismos y especies protegidas hace que sea una
zona restringida. Es necesario solicitar  permiso para entrar en ella.
Podemos apreciar las consecuencias de las últimas tormentas

Un ejemplo de la belleza de estos paisajes causados
por la erosión del agua a lo largo de miles de años.
Parajes idóneos para practicar barranquismo
y refrescarse en verano siempre cuidando el
entorno y sin interferir en él.
En la parte baja del arroyo, cerca de la Cueva del 
Agujero, con mi amigo Pepe. Un gran conocedor de la 
flora, fauna y procesos geológicos de la sierra.


En el camino de vuelta a Praera Marchante, observamos
los impresionantes farallones del Calar de Juana
Cerca del Vado de los Perrillos se puede contemplar un
pino salgareño cuya edad aproximada es de 400 años.
La segunda parte de la ruta la hicimos por la otra orilla del arroyo. Si el descenso se caracterizó por paisajes agrestes de abudante y variada vegetación la Cerrada del Pintor comienza con un esplendor de humedad para luego encontrarte con impresionantes abrigos en la roca y  amenazantes paredes verticales donde florecen especies vegetales autóctonas.

El caudal del agua era bajo en el Vado de los Perrillos y
pudimos atravesar sin dificultad el arroyo
Llevábamos recorrimos pocos metros de la otra orilla cuando
nos encontramos una culebra bastarda en mitad del sendero
próxima al arroyo. Tras empinarse en actitud
amenazante siguió su camino
Uno de los muchos abrigos en la roca que hay en la Cerrada

Bebiendo agua en la Fuente del Borbotón

Tuvimos la inmensa suerte en esta época de poder 
recorrer a pie la mayoría de la Cerrada.

 Viola Cazorlensis,  un endemismo de la comarca

El arroyo visto desde arriba
Otra especie vegetal que crece en los abrigos de la roca
Otra imagen desde la Lancha del Sabinar
La Cerrada se hacía cada vez más estrecha

La escasez de caudal hizo posible este recorrido
Sólo se oye el rumor del agua y el trino de los pájaros
Aquí el nivel del agua era mayor
La fotografía más deseada
Un bonito recuerdo de este día



Era hora de deshacer el camino andado
Escogimos un bonito y tranquilo restaurante con vistas

Nos despedimos de la Peña de los Tornillos

Canchal de los Poyos de la Mesa
La cuesta de el Collado de los Pegueros
se pronuncia  mientras te acercas
 a los Poyos de la Mesa

Ya estamos en la planicie de los Poyos
Un poco antes de posar en este antiguo
y abandonado "jorro" oímos el
trabajo de un pájaro "picapinos"
Eran las 16´45 horas cuando regresamos a
la Nava del Espino y dimos por terminada la ruta